domingo, 26 de noviembre de 2017

DETERMINISMO Y RESPONSABILIDAD



Por: Gordon Hadon Clark
Traducción: Raul Loyola Román

A menos que alguien se haya disgustado recientemente con la mucha discusión sobre este tema, a veces estéril, un pensador religioso, casi invariablemente, será llevado a una fuerte discusión.

Esto es mejor que dominar la cuestión de estéril, pues tal actitud es agnóstica, y estar disgustado es simplemente estar exhausto. Cada cristiano debe enfrentar a ese problema con sinceridad, y sobre todo para hacerlo el calvinista, ya que cree que gran parte de la falta de respeto al cristianismo se debe al pensamiento insensato de católicos y arminianos.

Sin embargo, por temor a que alguien podría esperar demasiado de la escritura con un título tan amplio es estrictamente necesario establecer el alcance de este artículo. En primer lugar, no es un debate sobre la libertad de la voluntad tal como se encuentra en la obra conocida de Jonathan Edwards. Los argumentos de ese gran hombre cubren muchos detalles que sin embargo interesante e importante pueden ser omitidas en este sentido.

Por supuesto que hay algunas coincidencias, mas la dirección de la investigación es diferente. La investigación de varias complejidades corre el riesgo de perder todo sentido de la proporción, enredarse en un laberinto incomprensible, por lo que requiere una mente excepcional como era la de Edwards. La dirección de la investigación aquí, por el contrario, va a estar lejos de complejidades hacia esquemas muy generales, y por lo tanto corre el riesgo de ser superficial. Sin embargo, parece valer la pena el riesgo. Ahora definiremos exactamente el alcance de la materia. Recientemente, en los libros y revistas de diferente valor intelectual ha aparecido en defensa de cristianismo histórico como opuestos a las desviaciones modernas, ataques a la ” Psicología mecanicista “, ” al determinismo en todas sus formas ” y otras frases de significado similar .este escritor teme que no importa ¿Cuántos puntos cardinales de la ortodoxia alguien pueda sustentar , no siempre es claro cuales teorías filosóficas son no o consistentes con tal ortodoxia.

Alguien podría pensar que sólo una revista poco profunda podría condenar indiscriminadamente todas formas de determinismo, podría haber más justificación para un ataque a la psicología mecanicista. El propósito de este artículo es por lo tanto, mostrar que el determinismo es consistente con la responsabilidad, y que la verdad y la responsabilidad requiere el determinismo.

Los argumentos de ambas partes son bastante conocidos. Ellos carecen tanto de originalidad que desalientan nuevos intentos, incluido éste. La posición determinista se expresa, tan bien como en ningún otro lugar, el artículo de Stuart George Fullerton, titulado “La libertad y el libre albedrío. ” Su objetivo era demostrar que, sobre la base de indeterminismo, la conducta moral en general, en la medida que es libre o indeterminada, perdería todo valor ético. El indeterminista sostiene que ciertas acciones no se explican adecuadamente, es decir, determinado por causas precedentes. Entonces, si la benevolencia, por ejemplo, es una acción libre, ella no es determinada por una personalidad benevolente, mas ocurre incesantemente. Si la voluntad fuese absolutamente libre, entonces el conocimiento del carácter respetable de alguien en el pasado no traería haría esperanza ni consuelo. Comúnmente consideramos un factor determinante, y un hombre moral no es inmoral, excepto por algún otro factor determinante.

Mas el libre-albedrío permite al hombre convertirse en un criminal sin cualquier motivo. La ilustración de Fullerton era del pequeño Tommy que robó mermelada de su madre. El castigo no prevenira la recurrencia de la invasión a la despensa, ni una persuasión más suave. Estos no pueden tener cierto poder determinante en las acciones libres. Mas en la teoría determinista, castigo, la persuasión y la alabanza son todos justificados. “Parece, pues, que la madre de Tommy y sus tías y todos sus pastores y maestros espirituales se han acercado durante añosa a Tommy sobre una base estrictamente determinista.

Consideran que vale la pena hablar, y hablar bastante. Ellos han hecho todo lo que los educadores hacen – tener ajustados los medios a lo fines y tienen establecido los resultados, sin tener en cuenta la libertad”.

Por otro lado, ¿si no hay responsabilidad para el partidario del libre-albedrio, hay alguna para el determinista? Este artículo tiene por objeto armonizar el determinismo y la responsabilidad sobre la base del cristianismo calvinista. y si esto no se ha hecho antes es porque los calvinistas de hoy son sólo seguidores indiferentes del príncipe de los teólogos, Juan Calvino.

Si se tiene que dejar de lado muchos de los detalles en las discusiones libre-albedrío, es aún más necesario evitar embarcarse en el tema general del teísmo. A pesar de ser la base necesaria de vista que se ha explicado, nadie podría razonablemente esperar que eso fuese tratado aquí, incluso en forma abreviada. Puede ser que pudiésemos sugerir, sin embargo, una razón, aunque sólo sea de confirmación, para asumir la existencia de Dios es, precisamente, el mundo más unificado que resulta de la aplicación de concepto de soberanía a problemas como estos.

Para volver a la discusión del título del artículo y la posición de esto más comprensible, incluso que por contraste, un pasaje de un autor antiguo sobre la soberanía y omnipotencia sirve admirablemente bien.

Platón, en el segundo libro de la República, dice: ” Dios, por ser bueno, no puede ser la causa de todas las cosas. Al contrario, él es el autor apenas de una pequeña parte de los asuntos humanos, de la mayor parte no es el autor. Debido a que nuestras cosas malas superan a nuestras cosas buenas y las buenas cosas: y las buenas coas deben será acreditadas a nadie más que a Dios, mientras debemos buscar en otro lugar, y no en él, las causas de las cosas malas. “Y como Platón niega aquí la omnipotencia de Dios, niega que él es la causa primera de todo, así como Aristóteles niega su omnisciencia.

Ahora sería bueno volver de la antigüedad a parte de la literatura contemporánea, no porque los más recientes sean mejores o más originales que los antiguos, sino debido a que estos tienen defensores vivos de aquello que atacamos.

The Mind of St. Paul [La mente de S. Paul] Dr. Arthur Holmes, proporciona un párrafo típico. Esta obra es, es parcialmente, una descripción de naturaleza emocional de Pablo, y en parte una critica de varias explicaciones psicológica de la conversión de Pablo. Teorías del subconsciente e inconsciente, teorías de múltiple personalidades ocupan una buena parte de los capítulos.

Mientras que el libro en su conjunto no se ocupa el presente tema, el Dr. Holmes siente que debe mencionar brevemente la libertad y responsabilidad.

El párrafo presenta una visión muy familiar

“El sistema de moralidad de S. Pablo evita muchos de los problemas de los sistemas de ética hechos por el hombre, mas eso no lo elimina uno de principales problemas existentes en toda moralidad y religión. Ese es el problema de la libertad, el poder del hombre para escoger cualquier cosa, sea, cual fuere. Una libertad tal ha sido negada por teólogos de la predestinación y científicos mecanicistas. Ambos argumentan que la apariencia de la libertad que el hombre tiene es ilusoria. Ninguna teoría se basa sobre hechos observados, mas deducidos de teorías previas – la primera, la absoluta soberanía de un Dios omnipotente, la segunda de viene del supuesto poder de la ciencia inductiva para predecir la ocurrencia de eventos futuros. Por otro parte, el sentido común de la humanidad, empeñado en preservar la responsabilidad moral de los hombres, siempre ha favorecido al menos una libertad para elegir entre el bien y el mal por parte del hombre. S. Paul fue hasta aquí y no más que eso. Él nunca cambio su posición sobre este punto, la doctrina de los fariseos (Rom. 9:14-18, 23). El parece bastante claro al insistir en la soberanía de Dios y su perfecta libertad para moldear a los hombres como Él lo quiere. Sin embargo, al mismo tiempo, los hombres parecen libres de elegir tanto los fines como los medios, y el evangelista llama a hombres y mujeres a actuar así, sin ninguna alusión a la incapacidad de ellos de hacer tales elecciones. Probablemente habría con indignación negado las modernas doctrinas del determinismo y la necesidad física”.

Antes de citar un segundo contemporáneo, es bueno tener en cuenta y hacen hincapié en que la razón – si alguien ya encontró otra razón realmente básica. – para introducir el concepto de libertad, sea en su forma mas extrema de la elección contraria o alguna forma más modificada, es para mantener al hombre responsable. Pudiese demostrar que la responsabilidad del hombre no necesariamente depende de la libertad, la teología estaría libre de un problema molesto. Podemos imaginarnos los gemidos indecibles, si las generaciones de teólogos jóvenes se reunieran delante de nosotros para describir las torturas que sufrieron en tratar de conciliar la omnisciencia de Dios con el libre albedrío Las iglesias Presbiteriana y Reformada no creen en el libre albedrío. Ellas sustituyen al concepto por agencia, lo que significa que el hombre es un agente moral libre cuando actúa en conformidad con su propia naturaleza. Sin embargo, algunos han declarado que la reconciliación del libre-agencia del hombre con la soberanía Dios es un misterio inescrutable. En realidad, el misterio es – reconociendo que Dios es la causa última de la naturaleza del hombre – como la solución calvinista puede haber sido tan descuidada durante tanto tiempo.

Pero antes de tomar la solución me permite una última palabra final de los oponentes. La señorita Harkness , profesora de filosofía en Elmira College en libro Conflic in Religious Thought [Conflictos en el Pensamiento Religioso], ofrece lo siguiente:

“A lo largo de la historia de la filosofía y de la teología, la gente ha disputado sobre la cuestión del libre-albedrío. En general, filosofías idealistas han argumentado que el espíritu humano debe ser en algún sentido libre, mientras que las filosofías materialistas han negado esta libertad.

La teología se ha aferrado tenazmente a la creencia de que el hombre es un “agente moral libre” mientras, al mismo tiempo, a menudo afirma que la doctrina de la predestinación, tomada en su sentido real, limitaría rígidamente los actos del hombre. El problema, aunque complejo, es muy importante para ser evitado.

“Hemos visto que la posibilidad de la acción moral o inmoral depende del poder de elección. Si todos los actos de uno son fijos y predeterminado (ya sea por la estructura del mundo material o por la voluntad de Dios), de tal forma que es imposible actuar diferente de cómo alguien actúa, es obvio que la libertad desaparece. Con el poder de elección voluntaria, la responsabilidad moral se va. Uno no puede conscientemente elegir ser bueno, u optar por buscar a Dios, a menos que tenga el poder de no escoger hacer tal cosa.

Ninguna calidad moral esta ligada a mi fracaso para robar un millón de dólares que está fuera de mi alcance , mas el robo se convierte en una cuestión moral para mí, cuando tengo que decidir ya sea para decirle al empleado de la tienda que me dio mi cambio más allá de lo debido. Del mismo modo, si soy ” pre-ordenado ” a ser salvo o condenado, no hay mucho utilidad para hacer algo sobre mi destino. Si no tengo libertad, no soy responsable por mis actos.

“Determinismo teológico o predestinación es una doctrina cardinal de mahometismo. Islamismo significa “sumisión” (a la voluntad de Alá) el musulmán es “aquel que se somete – a los decretos fatalistas de una deidad arbitraria. La teología cristiana en sus formas más primitivas, consideran a Dios como igualmente dogmático (aunque más ético) en sus decretos. A través de la influencia de los distinguidos teólogos cristianos, especialmente Pablo, Agustín y Calvino la doctrina de la predestinación es profundamente influenciada al pensamiento cristiano. Mientras la omnipotencia de Dios ha sido enfatizada, la libertad de Dios ha sido exaltada a expensas de la del hombre, y los actos más inhumanos se han pasado por alto como el resultado de la voluntad de Dios. Pero felizmente la doctrina de la predestinación está desapareciendo, al menos en su aplicación a los males que obviamente son evitables.

“Algunos todavía sostienen que cuando una víctima de la fiebre tifoidea muere por falta de saneamiento adecuado, esto ocurrió porque era ‘ práctico ser ‘. Hay una buena cantidad de confort ilógico en tale visión. Mas no muchos, incluso entre los calvinistas más rigurosos, dirán ahora que si un hombre se emborracha y dispara a su familia era la voluntad de Dios que él así debía hacerlo”

Aunque obligados a sonreír un poco como autores permiten que sus animosidades den lugar a circunloquios despectivos en lugar de argumentación adecuada. Si la predestinación absoluta está felizmente siendo olvidado o no es algo completamente irrelevante. La presente pregunta es: ¿la predestinación y el determinismo pueden ser reconciliados y formar la base de las distinciones morales y la responsabilidad humana? la Señorita Harkness piensa que no.

En primer lugar, ella alega que una acción moral requiere elección y la elección requiere habilidad para hacer lo contrario. Esta es la primero cosa que debe ser negada.

La elección es aquel acto mental, aquella volición deliberada – y no pretendo una definición amplia – que se inicia en una acción humana. La habilidad de haber elegido otra cosa es una consideración irrelevante y no tiene cabida en la definición. Ella es aun una volición deliberada, a pesar de que pudo haber sido diferente. En realidad no siempre estamos conscientes de nuestra limitación. Aquellos que apelan a la propia percepción de libertad y consideran que tal apelo echa a la pregunta, utilice la elección entre un pastel de cereza y manzana como ilustraciones.

Si las ilustraciones son necesarias, podemos referirnos a los sentimientos de Lutero:

“Aquí yo permanezco, entonces ayúdame Dios, pues no puedo hacer otra cosa. “

Cuanto más importante es la decisión, el menor poder de elección sentimos. Y me atrevo a suponer que la experiencia de Lutero es muy común con personas sobrias y responsables.

Mas no hay nada en el adagio de Kant , ” si debo, yo puedo” como declarado por Kant y los católicos , esto lleva inmediatamente a la salvación por obras . El motivo que estimulo este principio incorrecto puede, sin embargo, ser mejor dicho y entonces salvar la verdad que el contiene. Si todos debemos ser honestos, al menos algunas pueden y son. Si todos debemos perfectamente satisfacer la justicia divina, mínimo alguien lo hizo. En cualquier caso, tenemos que recordar que la elección debe ser definida como una función psicológica, distinta del deseo o prueba, por ejemplo, y en ningún lugar la definición puede ser encontrada para poder haber elegido otra cosa.

Del mismo modo, la señorita Harkness dice:”Si yo estoy predestinado para ser salvo o condenado al infierno, no hay mucha utilidad en hacer algo con mi destino. “Es extraño que nadie más que un novato debería utilizar este llamado ” argumento prejuicioso”, después que hace mucho tiempo los estoicos mostraran su falacia. Es útil hacer algo, precisamente porque es el medio de hacer otra cosa. La idea mahometana o fatalista de que el fin esta fijado, independiente de los medios, es sólo una caricatura del calvinismo, a veces utilizado maliciosamente. El fina está predestinado a ser alcanzado por medio de los medios, y el valor de los medios es obtenerse el fin. De todos modos, el ilustra bien cual es el motivo para afirmar la libertad del hombre es la responsabilidad.

Después de relegar el determinismo teológico a la oscuridad pasada, la señorita Harkness rechaza el determinismo mecánico o científico en una nota de pie sobre la teoría cuántica. Eso fue mencionado aquí sólo para señalizar que el determinismo calvinista puede ser mecánico o no. La racionalidad del ideal mecánico esta fuera del presente propósito. El determinismo teológico no requiere ni excluye eso. Todo lo que alguien necesita mantener es que todo evento es determinado para ocurrir como ocurre, y no podría ser de otro modo. Dios pre-ordeno todo lo que acontece.

La última autor citada parece en la página anterior, haberse desviado del punto principal. Discutiendo la pregunta ” ¿Dios es limitado? “, ella concluye que la omnipotencia no es inconsistente con la libertad. Dios puede libremente limitarse a sí mismo y omnipotentemente crear personas dotadas con libre albedrío. Esto pasa por alto un factor esencial, es decir, la omnisciencia de Dios. Si Dios saber todo lo que va a acontecer, o que Él sabe que ira a acontecer y nada mas. Los calvinistas creen que Dios sabe lo que acontecerá, porque él ordeno todo. Mas dejando eso a un lado, el pre-conocimiento indica que el futuro es definido. Y si no es Dios quien tornó definido el futuro, tenemos que volver a dualismo de Platón. Mas ignoraremos eso; si existe un Dios omnisciente, el futuro es cierto. La profesora de Elmira College pasa por alto el factor decisivo.

Ahora bien, ¿si cada evento es cierto, el hombre puede ser responsable por acciones que no podía haber escapado de practicar? ¿O el determinismo hace de los hombres buenos ” pequeños autómatas piadosos “, como la señorita Harkness dice? Todo lo que se requiere para definir elección o volición es aquella combinación necesaria y suficiente de factores que lo distinguen de otras funciones psicológicas. La declaración de Charles Hodge (op. cit . 285 ) entonces será visto como siendo una inferencia inválida, porque la voluntad es inevitable es tan voluntad como una evitable. Una vez más, dejando de lado aquello que ocupa el lugar de la argumentación racional, se puede correctamente replicar que todo depende de lo que se entiende por autómatas, o más precisamente, significa lo que significa responsabilidad.

Parece extraño que las obras de teología generalmente no hacen intento enérgico para definir la responsabilidad. Pero si es de tal importancia, uno no debe omitir para que sea lo más preciso posible. Sin embargo, este intento es notablemente ausente entre los deterministas e igualmente entre los partidarios del libre-albedrío. Ni todas las declaraciones verdaderas son definiciones. El teorema de Pitágoras especifica una verdad de un triángulo rectángulo, mas no es la definición de uno.

Charles Hodge hace ciertas declaraciones acerca de la responsabilidad, pero no es claro si él las pretendía como definiciones o simplemente como declaraciones verdaderas. Por ejemplo: ” Nosotros somos responsables por nuestros sentimientos, porque ellos, en su propia naturaleza, son cierto o errados. “En el párrafo siguiente, el hace de la naturaleza humana la base de la responsabilidad.

Lo que sigue se parece más a una definición: ” Dondequiera que la razón y el poder de la auto-determinación o espontaneidad se combinan en un agente, él es libre y responsable por sus actos externos y sus voliciones”.

Definición no es una tarea fácil, y una incorrecta puede engañarnos alarmantemente. El cuidado de aquel que no admitiría que dos más dos es igual a cuatro, hasta que él supiese como la admisión seria utilizada, y nada menos que una breve ejemplificación. Sin embargo, quienes critican la posición para ser ofrecida, dicen que la responsabilidad involucrada es incompleta o limitada. Quizás tengan razón, todo lo que es necesario es que las características mencionadas sean elementos esenciales de la definición. Llamemos a un hombre responsable, entonces, cuando él puede ser justamente recompensado o castigado por sus actos. Es decir, el hombre debe rendir cuentas a alguien, a Dios, porque la responsabilidad implica una autoridad superior que castiga o recompensa. Ahora, dado que en la teología en cuestión es el castigo eterno para algunos pecadores, omitiendo otros elementos en la definición y enfatizar que al llamarnos al hombre responsable, queremos decir que él puede ser justamente castigado por Dios.

Esta verdad, que es una definición, es la clave de la explicación de por qué que el hombre es responsable por el hecho de que Dios lo determino hacer.

Varias personas, con la cautela nacida de la experiencia, preguntan sobre el particular , a pesar de no ver la trampa , ellos podrían siempre escapar de las desagradables conclusiones calvinistas apegándose al adverbio salvador” justamente” 1 . Eso, sin duda, es sólo lo que se desea.

Por tanto el adverbio es un escape del calvinismo, o la esencia misma de Calvinismo depende del significado de justicia. Porque no podemos seguir por los ecos de la República de Platón, hasta que hayamos comprendido la propia Justicia.

Esto conduce a un ejemplo en los escritos de Leibniz, Descartes y Calvino.

Leibniz sostuvo que este fue el mejor de los mundos posibles, haciendo así por el comentario de que él habría sido un pesimista. Él había dicho que Dios podría haber elegido cualquiera entre un numero de mundos posibles, cada casi bueno, pero lo importante es que Dios escogió el mejor de ellos. Él niega expresamente que este mundo es el mejor porque Dios lo escogió. Esta última proposición, el mundo es bueno porque Dios lo escogió, era la opinión de Descartes.

En este punto hay que destacar y cuestionar a Jonathan Edwards.

A pesar de tratar de evitar poner a Dios debajo de mandamientos el, todavía parece involucrar el dualismo platónico al representar a Dios como la influencia por estímulos. Entonces, cuando se trata de nuestro actual punto, el llama la pregunta que dividió Descartes y Leibniz absurda y sin sentido.

Juan Calvino no era de la misma opinión. Él anticipó la posición de Descartes, en los Institutos dio la clave para la solución:

“primero ellos exigen que se explique con qué propósito Dios se enfurece contra sus criaturas que no le hacen ninguna ofensa. Porque, perder y arruinar a quien bien le parece es cosa propia de un tirano que da sentencia de crueldad misma crueldad de un tirano que la sentencia por un juez. Así que parece que los hombres tienen buena razón para quejarse de Dios, si por su pura voluntad, sin mérito propio de ellos, fueron predestinados a la muerte eterna.

Si tales meditaciones nunca suben a la comprensión de los creyentes, serán suficientemente armados, ellos estarían suficientemente armados para repeler simplemente considerando que es aún tremenda temeridad investigar las causas de la voluntad de Dios. Pues la voluntad de Dios es (con todo derecho) la causa de todas las cosas que se hacen.

Porque si ella tuviese alguna causa, esta necesariamente precedería, y sería como si estuviese atada a ella, lo que no es lícito ni siquiera imaginar. Porque la voluntad de Dios es de tal modo la regla suprema y soberana de justicia que todo lo que Dios quiere, necesariamente lo tiene como justo, solamente porque lo quiere.

Por lo tanto, si hizo la pregunta: ¿por qué Dios hizo esto? se debe responder: porque Él lo quiso. Si usted todavía se pregunta: ¿por qué Él lo quiso? Es querer conocer una cosa mayor y más alta que la voluntad de Dios, lo que no se puede encontrar.”2

Dios es soberano, todo lo que hace es Justo, por esa misma razón por que El lo hace. Si Él castiga al hombre, el hombre es castigado justamente, por lo que el hombre es responsable. Esto responde a la forma de argumento que sigue: Lo que Dios hace es justo, el castigo eterno no es justo, por lo tanto, Dios no castiga. Si el objetor decir que el recibió una revelación especial que no existe castigo eterno, no podemos tratar con él en este punto. Si, sin embargo, no está reclamando una revelación especial de historia futura, mas un principio filosófico por el cual tiene como objetivo demostrar que el castigo eterno es injusto, la distinción entre nuestras posiciones se torna inmediatamente obvio. Calvin había rechazado esta visión de universo es una ley, de justicia, o evolución, en lugar del legislador supremo. Tal punto de vista es el dualismo platónico que postula un mundo de Ideas

más alto que el artífice . Dios de tal sistema es finito o limitado, confinado a seguir u obedecer el modelo. Pero los que proclaman la soberanía de Dios determinan lo que es la justicia observando lo que Dios realmente hace. Lo que Dios hace es justo. Lo que Él ordena a los hombres a hacer, o no, es igualmente justo o injusto.

Esto es suficiente para nuestra solución. Admito que tenemos que decir muchas otras cosas. La necesidad de los medios o causas secundarias, inmediata, podrían ser mencionadas, el pecado como base judicial de castigo divino, porque Dios ha ordenado que así sea, podría mencionarse; anexos y replicas adicionales pueden ser agregados. Sólo una precisa ser examinada. ¿El punto de vista que aquí se propone hace a Dios el autor del pecado? El motivo por el cual los teólogos eruditos formularon tan uniformemente varios credos permitirá tal expresión metafórica obscurecer la pregunta en un enigma. Este punto de vista sin duda, hace de Dios la Primera y Última causa de todas las cosas. Sin embargo, una breve reflexión sobre la definición de la responsabilidad y su implicación en una autoridad superior muestra que Dios no es responsable del pecado.

Se sigue de esto que el determinismo es consistente con la responsabilidad, y que el concepto de libertad que fue introducido para garantizar la responsabilidad es inútil. Es claro que el hombre aun es un ” agente libre “, ya que eso simplemente significa, como dice Hodge que el hombre tiene el poder de tomar una decisión. Por lo tanto, es difícil entender por qué tanto esfuerzo debe ser gastado en tratar de hacer que el poder de decisión consistente con inevitabilidad de la decisión. Si hay algo de misterio en ello,como dice el Catecismo Menor, es algo de elección propia del teólogo. Porque Diostanto da el poder como determina el modo en que debe ser usado. Dios es Soberano.

Me parece que un gran número de objeciones a las doctrinas cristianas, objeciones específicas a la expiación propiciatoria y la encarnación, surgen de una visión no-cristiana obre la naturaleza de Dios. Los modernistas se oponen a sacrificio vicario porque ellos no piensan que Dios no es esa clase de persona. O Su dios no es el Dios de los primeros cristianos. Y mi sincera creencia es que si queremos mantener la satisfacción, si promulgamos un cristianismo consistente, debemos, entre otras cosas, rechazar y combatir semi-arminianismo prevaleciente en supuestas iglesias calvinistas, y volver a la predestinación la perseverancia de los santos, al capitulo noveno de romanos y la mejor interprete de Pablo, Juan Calvino.

2 Calvino, John – Institución de la religión cristiana: Edición especial con las notas de estudio e investigación. [Traducción Odayr Olivetti ] . Sao Paulo: Christian Cultura, 2006. v 3 , p . 48



Fuente : http://www.trinityfoundation.org/journal.php?id=75