viernes, 8 de diciembre de 2017

SOBRE EL ERROR EN TEOLOGÍA, ALGUNAS TESIS



Por Jorge Ruiz



1. Existe tanto la verdad teológica como el error en teología; y es el deber de la Iglesia, que ha recibido el depósito de la verdad y la unción del Espíritu Santo, discernir el error para guardarse de él.

2. Si la verdad en teología se define por ser expresión de la revelación de Dios y estar en conformidad con ella, el error consiste en presentar ideas o enseñanzas que son ajenas a la misma.

3. El liberalismo teológico, que niega la existencia de una revelación objetiva de Dios, socaba completamente la Iglesia en su oposición al error, y la hace vulnerable e indefensa frente a todo tipo de errores.

4. El Diablo, que aborrece a la Iglesia por cuanto odia a Cristo, quiere introducir todo tipo de errores en la Iglesia para poderla destruir por dentro.

5. Una de las fuentes principales de error teológico proviene del anhelo de originalidad por parte del teólogo y de su deseo de presentar ideas novedosas, para su propia vanagloria y éxito en el tiempo presente.

6. Otra de las fuentes principales de error teológico consiste en querer hacer que la Biblia defienda ideas y causas que en el tiempo actual se conciben como justas en la sociedad, pero que en realidad son ajenas y a veces hasta contradicen la enseñanza real de la Escritura.

7. Los peores errores se dan cuando se mezcla la novedad y la imposición ideológica a las Sagradas Escrituras.

8. El error máximo en teología es cuando se da la mezcla de ambos errores y además van acompañados por una actitud de superioridad moral e intelectual y, por lo tanto, de desprecio ante aquellos que se considera como no tan sofisticados y compasivos como ellos (a los que tratará de “obtusos”, “cerrados”, “ultraconservadores”, “fundamentalistas”, entre otros, según la retórica al uso en su jerga y dialecto teológico).

9. El error en teología es como el zarcillo de oro en hocico del cerdo, o como la mujer hermosa, pero apartada de razón: su gran peligro consiste en su embellecimiento exterior, por lo cual resulta altamente seductivo, pero, a pesar de lo hermoso de su apariencia, está vacío por dentro.

10. A pesar de su formidable apariencia, el error teológico no puede resistir frente a la enseñanza de la Escritura, expuesta y defendida por el instrumento subordinado del recto uso de la razón.

11. A pesar de que en ocasiones el error en teología aparezca como un gigante invencible, o como una oscura niebla que lo invade todo, al final no prevalecerá.

12. Al no querer reconocer un sentido objetivo a la revelación de Dios en las Escrituras, para el liberalismo teológico el único error teológico o herejía consiste en oponerse tanto a las novedades teológicas como a todas aquellas causas ideológicas que se pretenda imponer a las Escrituras.

13. Por tanto, en el liberalismo teológico la verdad en teología consiste en la amalgama de los supuestos progresismos teológico y político-social.

14. En el liberalismo teológico, la Sagrada Escritura ni ocupa ni puede ocupar nunca el lugar de juez supremo en la Iglesia, sino que se convierte en un mero instrumento al servicio de teólogos y de todo aquello que ellos consideren como una causa justa.

15. El liberalismo teológico es absolutista por naturaleza, pues no reconoce como juez ninguna autoridad: ni la Escritura ni la Confesión ni otros teólogos, y se basa en la eliminación –todavía no física, pero sí moral e intelectualmente– de todo crítico.

16. El absolutismo del liberalismo teológico es en todo punto comparable al del papado en la Iglesia –no puede ser juzgado por nadie– y tiene el apoyo para ello de los poderes políticos de los regímenes del humanismo secular, deseosos de controlar, sofocar y si fuera posible eliminar, por razones éticas e ideológicas, todo reducto de cristianismo ortodoxo en la sociedad.

17. El triunfo del liberalismo teológico en los últimos dos siglos en la Iglesia se basa, no en la solidez teológica de sus postulados y enseñanzas, sino literalmente en la intimidación de sus contrarios ante las fuerzas políticas y gobiernos seculares considerados progresistas, así como su progresivo arrinconamiento.

18. Por consiguiente, y a pesar de las apariencias, en los últimos dos siglos, las iglesias caídas en el liberalismo teológico constituyen una forma nueva y pervertida de establecimiento de religión, incluido en países oficial u oficiosamente laicos o aconfesionales.




Fuente:

https://westminsterhoy.wordpress.com/2017/12/05/sobre-el-error-en-teologia-algunas-tesis/